Reflexións sobre un libro

Ana Naya

LA TREGUA

La gente, habitualmente, aconseja libros, pero no saben cuál es el motivo por el que los aconsejan realmente. Se escudan en que les han gustado, pero eso a mí, personalmente, no me es de gran ayuda.

Debo confesar que no soy una adicta a la lectura, y que sólo leo cuando es obligatorio hacerlo, pero ahora sé que hago mal, puesto que a principios de curso mi profesora de lengua castellana y literatura me mandó leer el libro que lleva por título La tregua, de Mario Benedetti. Comencé a leerlo, sin mucho interés al principio, pero a medida que iba leyendo me sumergía más y más en la lectura, de tal manera que comparaba situaciones de mi vida con el argumento del libro.

Al acabar, fue cuando me di cuenta que está mal no buscar libros de lectura por uno mismo, puesto que si mi profesora no me hubiese puesto este libro como lectura obligatoria no me hubiesen embrujado las palabras que  Benedetti fue redactando algún día en algún lugar del mundo.

Debo confesar que con este libro he reído y he llorado, pero sobre todo he reflexionado como nunca antes un libro me pudo hacer reflexionar, y creo que eso es lo que hace merecedor a los libros de llevar el título de mejor obra literaria. Mi reflexión no solo ha sido sobre aspectos cotidianos, sino  también sobre aspectos imprescindibles que a lo largo de la vida iremos encontrando en nuestro arduo camino. No sé si eso es lo que el escritor uruguayo ha pretendido al escribir esta maravillosa obra, pero conmigo lo ha conseguido, por lo tanto lo felicito, y no sólo lo felicito, sino que además se lo agradezco.

                                                                                                          Ana Naya, 4º de ESO